La salud mental de las personas trabajadoras, la gran olvidada

Según el informe de la OIT, “Seguridad y salud en el centro del futuro del trabajo. Aprovechar 100 años de experiencia”, algunos de los principales desafíos en salud mental provocados por la digitalización del entorno laboral son la sustitución de trabajadores debido a la utilización de la tecnología, con consecuencias para la seguridad del empleo y el bienestar de los trabajadores.

También, la ‘virtualización’ del trabajo, que ha provocado una mayor demanda de ‘flexibilidad’ en relación con la organización del trabajo, los horarios de trabajo y el teletrabajo y que puede plantear desafíos en materia de SST, como la necesidad de gestionar los riesgos psicosociales relacionados con el trabajo en solitario y la posible erosión de la división entre el trabajo y la vida personal, así como para asegurar la ergonomía en los puestos de trabajo.

Sin olvidar a los trabajadores que realizan su trabajo con la ayuda de dispositivos inteligentes pueden perder autonomía e interacción con sus compañeros de trabajo, lo que puede provocar estrés y sensación de aislamiento

En nuestro país, los Infartos y derrames cerebrales son la primera causa de muerte por accidente laboral. Relacionados con la presencia de riesgos psicosociales de origen laboral. Debe actuarse de forma inmediata para acabar con esta lacra. 247 personas muertas en 2020 y 162 hasta septiembre de este año en accidente laboral a causa de derrames cerebrales e infartos.

Por todo ello, desde UGT proponemos:
– Promover acciones para proteger la salud mental de las personas trabajadoras.
– Promover acciones para fomentar la realización de evaluaciones de riesgos psicosociales específicas en los centros de trabajo.
– Reconocer como profesionales las patologías derivadas de los riesgos psicosociales. Para ello, deberán definirse la forma de incluirlas en el listado de enfermedades profesionales español. La OIT ya incluyó en 2010 los trastornos mentales o del comportamiento en su listado de enfermedades profesionales.
– Las diferentes patologías derivadas de los riesgos psicosociales de origen laboral deben ser identificadas y cuantificadas, se debe visibilizar este problema y compensar a los trabajadores y trabajadoras que las sufren. En la actualidad, para que sean consideradas como profesionales, las personas trabajadoras deben recurrir a la justicia, son procesos largos y costosos que no todos se pueden permitir.
– Poner de relieve la precariedad, el aumento de la intensidad del trabajo, difuminación de la vida personal y profesional, aumento del estrés laboral, la inestabilidad laboral, ERTES, horarios irregulares, etc., y la relación que tienen con el empeoramiento de la salud de las personas trabajadoras. En este sentido, deberían ponerse en marcha acciones en los centros de trabajo para evitar daños a la salud de los trabajadores y trabajadoras.
– Modificaciones normativas para regular los riesgos psicosociales de origen laboral.
– Modificaciones normativas para adaptar la legislación a los cambios surgidos de la digitalización del mercado laboral, como por ejemplo los cambios en los lugares de trabajo, los riesgos laborales asociados a la utilización de las nuevas tecnologías, el uso de dispositivos tecnológicos para el trabajo de forma intensiva, etc.