Evaluación de riesgos
Según el art. 15 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de riesgos laborales, el empresario deberá evaluar los riesgos que no se hayan podido evitar. Esto incluye los riesgos psicosociales, los cuales están presentes en todas las profesiones y sectores.
Por lo tanto, la evaluación de riesgos psicosociales es el proceso destinado a la identificación y valoración de la magnitud de los riesgos psicosociales que no hayan podido evitarse, dotando de información necesaria para decidir el orden de actuación y las medidas preventivas adecuadas para reducir o eliminar los riesgos psicosociales.
A partir de los resultados de la evaluación de riesgos se deberá elaborar la planificación de la actividad preventiva, que incluirá los plazos para llevarlos a cabo, la designación de responsables y los recursos humanos y materiales necesarios para su ejecución.
Debe realizarse una evaluación inicial de riesgos, la cual tendrá que actualizarse en el caso que se produzcan cambios en las condiciones de trabajo (por ejemplo, reducciones de plantilla, teletrabajo), introducción de nuevos equipos de trabajo (como por ejemplo dispositivos de nuevas tecnologías) o si se han producido daños a la salud de los trabajadores.
Cada trabajador deberá ser informado de los riesgos psicosociales específicos asociados a su puesto de trabajo o función, así como de las medidas preventivas aplicables para su eliminación o atenuación.
Por otra parte, los delegados de prevención, como representantes de los trabajadores en materia de seguridad y salud, tendrán que ser consultados por el empresario acerca del método seleccionado para llevar a cabo la evaluación de riesgos, fecha y forma de recogida de datos, etc. Igualmente deberán ser informados de todo el proceso, así como de los resultados de la evaluación de riesgos.
El primer paso para realizar la evaluación de riesgos psicosociales es la identificación de los factores de riesgo psicosocial que deben analizarse, tras esto podrá definirse la metodología a utilizar para la realización de la propia evaluación. Los métodos más utilizados son aquellos que se basan en la recogida de información a través de cuestionarios cumplimentados por los propios trabajadores de forma individualizada. Estos cuestionarios suelen recoger información acerca de las exigencias de la tarea, condiciones organizativas y relaciones sociales. La recogida de datos debe ser igualmente planificada, explicando a los trabajadores el motivo y la forma de rellenar el cuestionario, no debiendo realizarse de manera inesperada.
Tras la recogida de datos se pasará a su análisis.
Para la elección adecuada del método de evaluación deberán tenerse en cuenta:
- El tamaño de la empresa y sector de actividad
- Posibilidad de adaptación al entorno laboral
- Factores de riesgo que evalúa
- Coste
- Tiempo de realización
- Unidades a evaluar
- Formato de presentación de resultados
- Grado de participación necesario
Como ejemplo de método de evaluación podemos mencionar F-Psico, diseñado por el INSST. Se basa en un cuestionario que recoge información sobre 9 factores de riesgo:
- Tiempo de trabajo
- Autonomía
- Carga de trabajo
- Demandas psicológicas
- Variedad/contenido
- Participación/supervisión
- Interés por el trabajador/ compensación
- Desempeño de rol
- Relaciones y apoyo social
El método ofrece información sobre cómo realizar el proceso de evaluación e intervención de los factores psicosociales y contiene un apartado en el que se detallan propuestas de mejora, ofreciendo recomendaciones generales de intervención.
Las posibles aplicaciones del método son:
- Evaluación de situaciones específicas
- Localización de orígenes de problemas
- Diseño de cambios
- Comparación de un mismo grupo en dos momentos distintos
- Toma de conciencia de la situación