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Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social

La Directiva sobre riesgos psicosociales un poco más cerca

En el día de hoy se ha aprobado en el seno del Parlamento Europeo el informe “Un nuevo marco estratégico de la UE para la salud y la seguridad en el trabajo después de 2020” en el que se hace un llamamiento a la Comisión para que proponga una directiva sobre los riesgos psicosociales en consulta con los interlocutores sociales.

Esta Directiva debería estar destinada “a la prevención eficaz de los riesgos psicosociales en el lugar de trabajo, como la ansiedad, la depresión, el agotamiento y el estrés, incluidos los riesgos causados por problemas estructurales como la organización del trabajo (es decir, una gestión deficiente, un diseño deficiente del trabajo o la falta de adecuación de los conocimientos y capacidades de los trabajadores a las tareas asignadas)”

Así el Parlamento Europeo se hace eco de la petición de la plataforma EndStress.eu, de la que UGT forma parte, de promover una Directiva comunitaria que regule la gestión preventiva de los riesgos psicosociales en las empresas.

En nuestro país, no existe una normativa diferenciada sobre la gestión de los riesgos psicosociales en las empresas, además los infartos y derrames cerebrales son la primera causa de muerte en accidente laboral, patologías que podrían estar relacionadas con la incorrecta gestión de los riesgos psicosociales de origen laboral.

La realidad, es que existe una falta de gestión preventiva de este tipo de riesgos en los centros de trabajo y así lo demuestran los resultados de ESENER-3 (Datos de España), en un 41,4% de los centros de trabajo con 20 trabajadores o más la falta de concienciación de la dirección supuso un obstáculo a la hora de adoptar medidas preventivas frente a los riesgos psicosociales y únicamente se intervino en caso de exceso de horas de trabajo u horarios irregular.

Por ello, desde UGT reivindicamos que se elabore una Directiva comunitaria dirigida a mejorar la gestión de los riesgos psicosociales en las empresas contando con la participación de los agentes sociales, así como que las patologías derivadas de estos riesgos pasen a considerarse como enfermedades profesionales ya que en la actualidad son calificadas como contingencias comunes.