Ana García de la Torre interviene en la mesa “El papel de los agentes sociales en la seguridad y salud en el Trabajo”. Ha resaltado la importancia de la negociación colectiva en la introducción de las nuevas tecnologías en el entorno laboral, para evitar los riesgos laborales asociados a las mismas. Temas importantes en este asunto son la gestión de la prevención de riesgos laborales entre los teletrabajadores, la desconexión digital, los problemas de conciliación de la vida personal y laboral, etc.
Ha destacado una de las respuestas institucionales, la cual ha venido de la mano de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que incluirá el síndrome del trabajador quemado o burn out en la próxima Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) como un problema asociado al empleo o al desempleo. Esta nueva clasificación entrará en vigor en 2022. En la anterior edición de la CIE, el burn out se encuadraba entre los problemas relacionados con dificultad en el control de la vida.
Desde UGT celebramos este cambio en la Clasificación Internacional de Enfermedades en referencia al burn out ya que relaciona directamente esta patología con las condiciones laborales, siendo el punto de partida para que sea reconocida como enfermedad profesional.
Seguimos reivindicando la revisión del Cuadro de Enfermedades Profesionales español, en el que, a día de hoy no se reconoce ninguna enfermedad originada por los riesgos psicosociales, aun habiendo sido incluidos, los trastornos mentales y del comportamiento, en la Lista de Enfermedades Profesionales de 2010 de la OIT.
Otro éxito reciente a nivel internacional ha sido la aprobación de un nuevo convenio y recomendación sobre violencia y acoso en la 108ª Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT, tras dos años de deliberaciones acerca de la adopción de un instrumento que proteja a las víctimas de violencia y acoso en el trabajo, incluidas la violencia y acoso por razón de género.
